La pubalgia es una lesión que afecta la región de la ingle y puede causar mucha incomodidad y limitaciones para las personas que la padecen. En este artículo te contaremos qué es la pubalgia, los síntomas más comunes, las causas potenciales y los diversos tratamientos disponibles. Si está buscando información sobre la pubalgia, está en el lugar correcto. En Clínica Melow, como clínica fisioterapia Málaga te contamos todo sobre la pubalgia. Sigue leyendo para obtener toda la información necesaria sobre esta lesión.
Tabla de contenidos
¿Qué es la pubalgia?
La pubalgia, es una lesión que afecta los músculos y tendones de la región de la ingle. Se caracteriza por dolor e inflamación en la parte baja del abdomen, donde se unen los músculos abdominales y los músculos de la ingle. Esta afección es común entre los atletas que participan en deportes que requieren movimientos repetitivos, como el fútbol, el hockey o el atletismo.
Síntomas de la pubalgia
Los síntomas de la pubalgia varían de leves a graves y suelen incluir:
- Dolor en la región de la ingle que empeora al hacer ejercicio o moverse algunos movimientos
- Dolor al levantar o flexionar la pierna hacia el torso
- Sensibilización en el área impactada.
- Debilidad en el músculo ingle.
- Dificultad para correr o caminar.
Es importante señalar que cada persona puede experimentar los síntomas de manera diferente, y algunos pueden tener síntomas adicionales que no se mencionaron anteriormente. Es fundamental consultar a un médico o fisioterapeuta para un diagnóstico adecuado si experimentas alguno de estos síntomas.
¿Cuáles son las causas de la pubalgia?
No existen causas determinadas para la aparición de pubalgia pero sí existen algunas causas comunes que se dan en la mayoría de pacientes. Algunas de ellas son:
· Uso excesivo del músculo de la ingle: muchos deportistas realizan movimientos en los que continuamente deben realizar esfuerzo con los músculos de la ingle por lo que, al llegar a una sobrecarga de estos puede desarrollar una pubalgia. Por ello, es importante calentar bien la zona y darle tiempo de descanso.
· Desequilibrio muscular: en muchas ocasiones se produce una tensión en exceso ya que los músculos de la pelvis y la ingle no se encuentran en equilibrio, algo que puede llegar a desencadenar la aparición de una pubalgia más dolorosa ya que, ese desequilibrio debe solucionarse para su desaparición.
· Lesiones anteriores: cuándo se ha producido una lesión en la zona y no se cura bien, la vuelta al estrés en esa zona nos puede ocasionar otras patologías como lo son la pubalgia.
· Anatomía de la persona: en muchas ocasiones, las personas cuentan con una estructura anatómica más propensa a sufrir ciertas lesiones de cualquier tipo, en nuestro caso, la estructura que tenga en la parte inferior del cuerpo podrá afectar a que se desarrolle o no.
Tratamiento de la pubalgia
Esta lesión suele ser tratada mediante una combinación de métodos conservadores y, en casos más graves, intervenciones quirúrgicas. Las siguientes son algunas opciones de tratamiento:
Descansar y evitar las actividades que causan dolor: Una parte importante del tratamiento inicial es evitar hacer cosas que causan dolor. Esto facilita la recuperación de los músculos y tendones afectados y reduce la inflamación. Además, se puede cambiar la forma en que se realizan algunos movimientos o actividades deportivas para evitar sobrecargar la región de la ingle.
Terapia manual de fisioterapia: La terapia manual, como el masaje terapéutico y la liberación miofascial, puede aliviar la tensión y mejorar la circulación en los músculos de la ingle, favoreciendo la recuperación de la pubalgia.
Uso de medicación: En algunos casos, se pueden administrar antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para aliviar el dolor y la inflamación que acompañan a la pubalgia. Es importante tomar estos medicamentos bajo supervisión médica y seguir las instrucciones de dosificación.
Intervención quirúrgica: La intervención quirúrgica se puede considerar en casos más graves de pubalgia crónica que no responden a los tratamientos conservadores. La cirugía puede incluir la reparación de músculos o tendones dañados, la corrección de hernias u otras anomalías o la extracción de tejido cicatricial.
Ahora que ya conoces todo acerca de esta lesión, si crees que puedes padecerla, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para que te realicemos un diagnóstico y planificación del tratamiento, con el fin de que tu recuperación sea rápida, sencilla y con buenos resultados.
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